La Primera Revolución de la Química se refiere a un período de avances significativos en la química que ocurrió principalmente durante los siglos XVIII y XIX. Aquí tienes una línea de tiempo con algunos de los eventos y descubrimientos más destacados:
Siglo XVII:
1661: Robert Boyle publica «The Sceptical Chymist», un libro que cuestiona la alquimia y promueve un enfoque más científico de la química.
Siglo XVIII:
1766: Henry Cavendish descubre e identifica el hidrógeno como un elemento químico.
1774: Joseph Priestley aísla y describe el oxígeno.
1789: Antoine Lavoisier establece la ley de conservación de la masa y formula una nomenclatura química sistemática.
Siglo XIX:
1803: John Dalton desarrolla la teoría atómica, que propone que los elementos están formados por átomos.
1808: Humphry Davy aísla varios elementos químicos, incluyendo el sodio y el potasio, mediante electrólisis.
1828: Friedrich Wöhler sintetiza urea a partir de productos químicos inorgánicos, refutando la idea de la «fuerza vital».
1869: Dmitri Mendeléyev presenta la primera versión de la tabla periódica, organizando los elementos en función de sus propiedades químicas.
Estos son solo algunos de los eventos más destacados en la Primera Revolución de la Química. Durante este período, la química pasó de ser una disciplina mística y alquímica a una ciencia verdadera y se establecieron fundamentos importantes que siguen siendo la base de la química moderna.
Las transformaciones químicas están presentes en numerosos aspectos de la vida cotidiana y desempeñan un papel fundamental en nuestro entorno. Aquí te presento algunas formas en las que se relacionan las transformaciones químicas con la vida cotidiana:
Cocina: La preparación de alimentos implica una serie de transformaciones químicas, como la cocción, la fermentación, la oxidación y la descomposición de los ingredientes. Por ejemplo, cuando cocinas carne, se produce una reacción química que cambia su sabor y textura.
Respiración: El proceso de respiración, tanto en humanos como en animales, implica la transformación química de oxígeno en dióxido de carbono a través de la respiración celular. Esta reacción proporciona la energía necesaria para mantener la vida.
Combustión: La quema de combustibles fósiles, como la gasolina en los automóviles o el gas natural en estufas, es una transformación química que produce energía en forma de calor y movimiento. Sin embargo, también libera contaminantes y contribuye al cambio climático.
Producción de energía: Las centrales eléctricas y las plantas de energía utilizan transformaciones químicas, como la combustión de carbón o la fisión nuclear, para generar electricidad que alimenta nuestras casas y empresas.
Limpieza: Los productos de limpieza, como detergentes y desinfectantes, contienen ingredientes químicos que reaccionan con la suciedad y los gérmenes, lo que facilita su eliminación.
Medicina: La farmacología se basa en transformaciones químicas para la síntesis de medicamentos y su interacción con el cuerpo humano. Los medicamentos ayudan a tratar y prevenir enfermedades al afectar procesos químicos en el cuerpo.
Agricultura: La fertilización de cultivos, la fotosíntesis y la descomposición de la materia orgánica son ejemplos de transformaciones químicas en la agricultura que afectan la producción de alimentos.
Fabricación de productos químicos y materiales: La producción de plásticos, textiles, productos químicos industriales y materiales avanzados implica una variedad de transformaciones químicas para obtener productos finales útiles.
Medio ambiente: Las transformaciones químicas ocurren en la atmósfera, los cuerpos de agua y el suelo, y desempeñan un papel crucial en procesos naturales como la descomposición de materia orgánica y la purificación del agua.
Arte y coloración: La pintura, la tintura de telas y la cerámica son ejemplos de aplicaciones artísticas que implican transformaciones químicas para crear colores y efectos deseados.
En resumen, las transformaciones químicas son fundamentales en nuestra vida cotidiana y tienen un impacto significativo en la forma en que vivimos, trabajamos y nos relacionamos con el mundo que nos rodea. Desde la preparación de alimentos hasta la generación de energía y la medicina, la química está presente en prácticamente todos los aspectos de nuestras vidas.
La producción de cosméticos implica una variedad de reacciones químicas que se utilizan para crear los productos finales. Algunas de las reacciones químicas comunes que pueden estar involucradas en la producción de cosméticos incluyen:
Emulsificación: La emulsión es una mezcla de dos líquidos que normalmente no se mezclan, como agua y aceite. La emulsificación implica la creación de una emulsión estable, que es crucial en la producción de cremas y lociones. Los emulsionantes químicos se utilizan para lograr esta estabilidad.
Saponificación: En la fabricación de jabones, la saponificación es una reacción química clave. Implica la reacción de aceites o grasas con una solución alcalina, como hidróxido de sodio (sosa cáustica) o hidróxido de potasio, para producir jabón y glicerina.
Polimerización: En la producción de productos para el cabello, como geles y lacas para el cabello, se utilizan polímeros que pueden ser sintéticos o naturales. La polimerización es el proceso de unión de monómeros para formar cadenas largas de polímeros, lo que confiere propiedades deseadas al producto.
Esterificación: Muchos aceites esenciales y fragancias en los cosméticos son ésteres, que se forman mediante la reacción de un alcohol y un ácido. Esta reacción química es esencial en la creación de fragancias y aceites esenciales utilizados en perfumes, lociones y productos para el cuidado de la piel.
Reacciones de oxidación y reducción: En productos como tintes para el cabello, se utilizan reacciones de oxidación para cambiar el color del cabello. Por ejemplo, los peróxidos se utilizan para aclarar el cabello, y las sales metálicas en los tintes para el cabello reaccionan con el oxígeno para cambiar el color del cabello.
Neutralización: En la producción de productos para el cuidado de la piel y el cabello, a menudo se ajusta el pH para que sea adecuado para la piel y el cabello. Esto se logra mediante la neutralización de ácidos o bases con sustancias químicas adecuadas.
Síntesis de pigmentos y colorantes: La producción de maquillaje y esmaltes de uñas implica la síntesis de pigmentos y colorantes para lograr los colores deseados.
Reacciones de fragancias: La producción de perfumes implica la síntesis de compuestos aromáticos y la mezcla de fragancias para obtener la fragancia final deseada.
Estas son solo algunas de las muchas reacciones químicas que pueden estar involucradas en la producción de cosméticos. La seguridad y la calidad de los productos cosméticos se supervisan de cerca para garantizar que los ingredientes y las reacciones químicas utilizados sean seguros para su uso en la piel y el cabello.
La unidad de medida de una balanza depende del sistema de medición que se esté utilizando. Las balanzas pueden medir la masa de objetos en unidades como gramos (g), kilogramos (kg), libras (lb), onzas (oz), entre otras, según la configuración de la balanza.
En el sistema métrico, es común utilizar gramos (g) o kilogramos (kg) como unidades de medida. Por ejemplo, una balanza podría mostrar que un objeto tiene una masa de 100 gramos o 0.1 kilogramos.
En el sistema de medidas imperiales, las unidades de medida comunes son libras (lb) y onzas (oz). Por ejemplo, una balanza podría mostrar que un objeto tiene una masa de 2 libras y 4 onzas.
También existen balanzas que pueden medir en otras unidades, como miligramos (mg) o toneladas métricas (toneladas), según las necesidades específicas de la aplicación. La elección de la unidad de medida depende de la precisión requerida y de las convenciones locales o industriales.
La unidad de masa atomica, también conocida como «uma» o «u», es una medida fundamental en la física y la química que se utiliza para expresar la masa de partículas subatómicas y átomos. Esta unidad es esencial para comprender la estructura y la composición de la materia a nivel molecular y atómico.
La masa atómica se define en relación con la masa de un átomo de carbono-12, que se establece como exactamente igual a 12 unidades de masa atómica. Esta definición proporciona una base uniforme para comparar las masas de otros átomos y moléculas en la tabla periódica de elementos.
La unidad de masa atómica es fundamental para la química y la física moderna, ya que permite a los científicos calcular con precisión las proporciones y las masas de los elementos en diversas reacciones químicas y procesos nucleares.
En este contexto, exploraremos en detalle la importancia y el uso de la unidad de masa atómica en la comprensión de la estructura y la dinámica de la materia en el mundo subatómico.
¿Que es la unidad de masa atómica?
La unidad de masa atómica (uma), también conocida como unidad de masa atómica unificada (uma), es una unidad de medida utilizada en química y física para expresar las masas de átomos y moléculas de manera conveniente y comparativa.
La uma es fundamental para comprender la composición de la materia a nivel atómico y molecular. A continuación, se explican algunos aspectos clave sobre la unidad de masa atómica:
Definición: La unidad de masa atómica se define en relación con la masa de un átomo de carbono-12 (^12C). Un átomo de carbono-12 se define como exactamente igual a 12 unidades de masa atómica. Esto significa que la uma proporciona una referencia estándar para la comparación de las masas de otros átomos y moléculas.
Importancia: La uma es esencial en química porque permite expresar las masas atómicas y moleculares de los elementos y compuestos de manera más manejable en lugar de usar masas en gramos o kilogramos. Esto simplifica los cálculos y las comparaciones en química.
Cálculo de la masa atómica de un elemento: Para calcular la masa atómica de un elemento, se promedia la masa de todos sus isótopos en relación con la uma. Esto se hace multiplicando la masa de cada isótopo por su abundancia relativa y sumando estos valores. Por ejemplo, la masa atómica del hidrógeno es aproximadamente 1.008 uma, ya que se tiene en cuenta la abundancia de los isótopos de hidrógeno.
Utilidad en la tabla periódica: La tabla periódica de elementos muestra la masa atómica promedio de cada elemento expresada en uma. Esto permite a los químicos identificar fácilmente la relación de masas entre diferentes elementos y compuestos.
Uso en química y física: La uma es crucial para realizar cálculos estequiométricos, determinar la estequiometría de reacciones químicas y comprender las relaciones de masa en procesos nucleares, como la fisión y la fusión nuclear.
En resumen, la unidad de masa atómica es una medida estándar que facilita la comparación de las masas de átomos y moléculas, y es esencial en química y física para comprender la composición y las reacciones de la materia a nivel subatómico.
¿Como calcular la masa atomica?
Para calcular la unidad masa atomica de un elemento químico, debes seguir estos pasos:
Obtén la tabla periódica: Necesitas una tabla periódica actualizada. En ella, encontrarás la masa atómica promedio de cada elemento, generalmente expresada en unidades de masa atómica (uma) o, en algunos casos, en gramos por mol (g/mol).
Encuentra el elemento: Ubica el elemento químico del que deseas calcular la masa atómica en la tabla periódica. Cada elemento está representado por su símbolo químico (por ejemplo, H para hidrógeno, O para oxígeno, C para carbono, etc.).
Identifica los isótopos y sus abundancias: La mayoría de los elementos tienen varios isótopos, que son átomos del mismo elemento con un número diferente de neutrones en su núcleo. La masa atómica promedio toma en cuenta la contribución de todos los isótopos de un elemento y su abundancia relativa en la naturaleza. En la tabla periódica, a menudo se proporciona la masa atómica promedio para cada elemento.
Calcula la masa atómica: Multiplica la masa de cada isótopo por su abundancia relativa en la naturaleza y luego suma estos valores. La fórmula general para calcular la masa atómica (MA) de un elemento es:MA = (M₁ * A₁ + M₂ * A₂ + … + Mn * An) / 100Donde:
MA es la masa atómica del elemento.
M₁, M₂, … Mn son las masas de los isótopos del elemento.
A₁, A₂, … An son las abundancias relativas de los isótopos expresadas como porcentajes.
Por ejemplo, para calcular la masa atómica del carbono (^12C y ^13C) con una abundancia del 98.89% y 1.11%, respectivamente:
La masa atómica del carbono es aproximadamente 12.011 uma.
Es importante destacar que, para la mayoría de los elementos, la masa atómica promedio en la tabla periódica ya está calculada y proporcionada.
Sin embargo, este proceso es útil si deseas calcular la masa atómica para elementos cuyas masas atómicas promedio no estén disponibles o si necesitas determinar la masa atómica de un compuesto químico específico a partir de las masas atómicas de los elementos que lo componen.
La unidad quimica de concentración es esencial en la química y la bioquímica, ya que nos permite expresar de manera cuantitativa la cantidad de una sustancia disuelta en una solución o mezcla. Estas unidades nos permiten comprender y controlar la cantidad de soluto presente en una solución, lo que es fundamental para la preparación de soluciones químicas con la concentración adecuada para una amplia variedad de aplicaciones, desde la investigación en laboratorios hasta la fabricación de productos industriales.
En este contexto, existen diversas unidades de concentración, como molaridad, molalidad, porcentaje en peso y volumen, entre otras, cada una con su propia aplicación y significado. En este párrafo introductorio, exploraremos la importancia y la diversidad de esta unidad quimicas de concentración en el mundo de la química y la ciencia.
¿Que son las unidades de concentración?
Las unidades de concentración son medidas cuantitativas que se utilizan en química para expresar la cantidad relativa de una sustancia disuelta en una solución o mezcla.
Estas unidad quimica de concentracion proporcionan información sobre la proporción del soluto (la sustancia que se disuelve) con respecto al solvente (el medio en el que se disuelve) o al total de la solución. Existen varias unidades de concentración comunes, entre las cuales se incluyen:
Molaridad (M): Expresa la cantidad de moles de soluto por litro de solución. Es especialmente útil en reacciones químicas donde se requiere conocer la concentración de reactivos o productos.
Molalidad (m): Indica la cantidad de moles de soluto por kilogramo de solvente. Se utiliza en situaciones en las que la temperatura puede variar y la molaridad no es constante.
Porcentaje en masa (% en masa): Representa la masa del soluto en relación con la masa total de la solución, multiplicada por 100. Se expresa como porcentaje (%).
Porcentaje en volumen (% en volumen): Indica el volumen del soluto en relación con el volumen total de la solución, multiplicado por 100. Es común en la preparación de mezclas en la industria, como las soluciones de alcohol y agua.
Fracción molar (X): Describe la fracción de moles del soluto en relación con el número total de moles en la solución. Se utiliza principalmente en termodinámica y mezclas de gases.
Normalidad (N): Es similar a la molaridad, pero se basa en equivalentes de soluto en lugar de moles. Se utiliza en reacciones que involucran transferencia de electrones, como las reacciones redox.
Partes por millón (ppm) y partes por billón (ppb): Expresan la concentración en términos de una cantidad de soluto en relación con un millón o mil millones de partes del total, respectivamente. Se usan en situaciones donde las cantidades de soluto son extremadamente pequeñas.
La elección de la unidad quimica de concentración depende de la aplicación específica y las propiedades del sistema químico que se esté estudiando o manipulando. Cada unidad proporciona información valiosa sobre la concentración de una sustancia en una solución y su relevancia en un contexto particular.
Unidades de concentracion porcentual
Las unidades de concentración porcentual expresan la cantidad de soluto en una solución como un porcentaje de la masa total o el volumen total de la solución. Algunas de las unidades de concentración porcentual más comunes incluyen:
Porcentaje en masa (% en masa o % p/p): Esta unidad expresa la masa del soluto en relación con la masa total de la solución y se calcula mediante la siguiente fórmula:
Porcentaje en volumen (% en volumen o % v/v): Indica el volumen del soluto en relación con el volumen total de la solución y se calcula de la siguiente manera:
Porcentaje en peso-volumen (% p/v): Se utiliza para expresar la concentración de un soluto sólido en un solvente líquido. Indica la masa del soluto en relación con el volumen total de la solución y se calcula como:
Porcentaje en volumen-volumen (% v/v): Se emplea para soluciones líquidas y representa el volumen del soluto en relación con el volumen total de la solución. La fórmula es:
Estas unidades de concentración porcentual son ampliamente utilizadas en laboratorios, industrias y aplicaciones cotidianas para expresar la concentración de solutos en diversas soluciones, como soluciones químicas, productos farmacéuticos, bebidas, alimentos, productos de limpieza, entre otros. La elección de la unidad depende de la naturaleza de la solución y el contexto de la medición.
Las unidades de densidad son fundamentales en la química para describir cómo la masa se distribuye en un volumen dado.
En el Sistema Internacional de Unidades (SI), la densidad se mide en kilogramos por metro cúbico (kg/m³), pero también se utilizan unidades como gramos por centímetro cúbico (g/cm³) en aplicaciones más específicas.
Estas unidades permiten comparar y comprender la compacidad de diferentes sustancias y objetos, lo que es esencial para entender fenómenos naturales, diseñar estructuras, y tomar decisiones en campos tan diversos como la geología, la ingeniería y la química.
Formula de como sacar la densidad
La densidad se calcula utilizando la siguiente fórmula:
Densidad (ρ) = Masa (m) / Volumen (V)
Donde:
Densidad (ρ) se mide en unidades como kilogramos por metro cúbico (kg/m³) en el Sistema Internacional (SI) o gramos por centímetro cúbico (g/cm³).
Masa (m) se mide en unidades de masa, como kilogramos (kg) o gramos (g).
Volumen (V) se mide en unidades de volumen, como metros cúbicos (m³) o centímetros cúbicos (cm³).
Para calcular la densidad, primero debes medir la masa del objeto o sustancia cuya densidad deseas determinar. Luego, mide su volumen. Una vez que tengas estos dos valores, simplemente divides la masa entre el volumen para obtener la densidad en las unidades de medida apropiadas. La fórmula se puede expresar de la siguiente manera:
ρ = m / V
Ejemplos de calcular la densidad
Te proporcionaré cinco ejemplos de cómo calcular la densidad utilizando la fórmula mencionada anteriormente:
Ejemplo 1: Calcular la densidad del agua.
Masa (m) del agua = 500 gramos (0.5 kg)
Volumen (V) del agua = 1,000 cm³ (1 litro o 0.001 m³)
Densidad (ρ) = Masa (m) / Volumen (V) Densidad del agua = 0.5 kg / 0.001 m³ = 500 kg/m³
La densidad del agua es de 500 kilogramos por metro cúbico (kg/m³).
Ejemplo 2: Calcular la densidad de un objeto de hierro.
Masa (m) del objeto de hierro = 2,000 gramos (2 kg)
Volumen (V) del objeto de hierro = 200 cm³ (0.0002 m³)
Densidad del objeto de hierro = 2 kg / 0.0002 m³ = 10,000 kg/m³
La densidad del objeto de hierro es de 10,000 kilogramos por metro cúbico (kg/m³).
Ejemplo 3: Calcular la densidad del aire en una habitación.
Masa (m) del aire en la habitación = 1,200 kg
Volumen (V) de la habitación = 1,000 m³
Densidad del aire en la habitación = 1,200 kg / 1,000 m³ = 1.2 kg/m³
La densidad del aire en la habitación es de 1.2 kilogramos por metro cúbico (kg/m³).
Ejemplo 4: Calcular la densidad de un objeto de aluminio.
Masa (m) del objeto de aluminio = 800 gramos (0.8 kg)
Volumen (V) del objeto de aluminio = 0.0003 m³
Densidad del objeto de aluminio = 0.8 kg / 0.0003 m³ = 2,666.67 kg/m³
La densidad del objeto de aluminio es de aproximadamente 2,666.67 kilogramos por metro cúbico (kg/m³).
Ejemplo 5: Calcular la densidad de un objeto de plomo.
Masa (m) del objeto de plomo = 5,000 gramos (5 kg)
Volumen (V) del objeto de plomo = 0.0004 m³
Densidad del objeto de plomo = 5 kg / 0.0004 m³ = 12,500 kg/m³
La densidad del objeto de plomo es de 12,500 kilogramos por metro cúbico (kg/m³).
En química, se utilizan diversas unidades de medida quimica para describir las propiedades de las sustancias, las reacciones químicas y las cantidades de sustancias involucradas. Algunas de las unidades de medida química más comunes incluyen:
Masa Molecular: Se mide en unidades de masa atómica unificada (uma) o daltons (Da). Una uma es aproximadamente igual a la masa de un átomo de hidrógeno.
Masa Atómica: La masa de un átomo de un elemento en relación con la masa de un átomo de carbono-12, que se define como 12 unidades de masa atómica.
Moles: El mol es una unidad que se utiliza para expresar la cantidad de sustancia. Un mol de una sustancia contiene aproximadamente 6.022 x 10^23 entidades, lo que se conoce como el número de Avogadro. Esta constante se denomina número de Avogadro.
Volumen Molar: El volumen molar es el volumen ocupado por un mol de gas a condiciones estándar de temperatura y presión (0 °C y 1 atmósfera de presión). El valor típico es aproximadamente 22.4 litros por mol a estas condiciones.
Concentración: La concentración de una sustancia en una solución se expresa generalmente en molaridad (moles por litro, M) o molalidad (moles por kilogramo, m). Estas medidas indican cuánta sustancia está disuelta en un volumen dado de solvente.
Volumen: Se mide en litros (L) o mililitros (mL) para expresar el espacio ocupado por una sustancia líquida o gaseosa.
Temperatura: La temperatura se mide en grados Celsius (°C) o Kelvin (K). La escala Kelvin es utilizada frecuentemente en química, especialmente en cálculos relacionados con gases ideales.
Presión: La presión se mide en pascals (Pa), atmósferas (atm) o milímetros de mercurio (mmHg). La atmósfera es una unidad común en química, y 1 atmósfera es aproximadamente igual a 101.3 kPa o 760 mmHg.
Densidad: Las unidades de densidad se expresan en gramos por centímetro cúbico (g/cm³) o kilogramos por litro (kg/L) y representa la masa por unidad de volumen.
Constante de Equilibrio (K): En termodinámica química, se utilizan unidades específicas para expresar las constantes de equilibrio en una reacción química, dependiendo de la ecuación química y las unidades de concentración de las sustancias involucradas.
Estas son algunas de las unidades de medida quimica más comunes, pero hay muchas otras utilizadas en química, dependiendo de la propiedad o la magnitud que se esté midiendo. Es importante conocer y utilizar las unidades adecuadas en cálculos químicos para garantizar la precisión y la consistencia en los resultados.
Hacer jabón fácilmente en casa es un proyecto divertido y gratificante. Puedes hacer jabón de glicerina, que es una de las formas más sencillas. Aquí tienes una receta básica para hacer jabón de glicerina:
Materiales:
1. Bloques de glicerina (disponibles en tiendas de manualidades o en línea).
2. Tinte para jabón (opcional).
3. Aceite esencial (como fragancia, opcional).
4. Moldes para jabón (puedes utilizar moldes de silicona, moldes para muffins u otros recipientes resistentes al calor).
Pasos:
1. Cortar la glicerina: Comienza cortando la glicerina en trozos pequeños. Cuantos más pequeños son los trozos, más rápido se derrite.
2. Derretir la glicerina: Coloque los trozos de glicerina en un recipiente o olla aptos para microondas en la estufa. Derrita la glicerina a fuego lento o en el microondas en períodos cortos (de aproximadamente 30 segundos cada uno), revolviendo entre períodos hasta que se derrita por completo.
3. Añade color y aroma: Si quieres darle color al jabón, añade unas gotas de colorante para jabón y mezcla bien. También puedes añadir unas gotas de aceite esencial para darle aroma. Asegúrese de que el aroma que elija sea seguro para usar en productos de cuidado personal.
4. Vierta en los moldes: Vierta la glicerina derretida en los moldes elegidos. Dependiendo de tus preferencias, puedes utilizar moldes de diferentes formas y tamaños.
5. Dejar enfriar: Deja que el jabón se enfríe y endurezca en los moldes. Esto puede tardar varias horas.
6. Desmoldar: Una vez que el jabón esté completamente frío y sólido, puedes desmoldar con cuidado.
7. Cortar y almacenar: Corta el jabón en barras o en trozos más pequeños si es necesario. Luego guárdelo en un lugar fresco y seco hasta que esté listo para usar.
¡Eso es todo! Ahora ya tienes jabón de glicerina casero. Puedes personalizarlo con diferentes colores y aromas según tus preferencias. Tenga en cuenta que se trata de un jabón de glicerina, que es suave y adecuado para pieles sensibles.
Sin embargo, evite que entre en contacto con los ojos y la boca. Si desea hacer un jabón más sofisticado con otros ingredientes como la lejía, es importante seguir las instrucciones y medidas adecuadas debido al peligro de la lejía.
La diferencia entre exactitud y precisión son dos conceptos diferentes que se utilizan comúnmente en el contexto de la medición y evaluación de datos. Aunque suelen usarse indistintamente en la conversación cotidiana, tienen significados específicos en los campos científico y técnico:
¿Que es precisión y exactitud?
Exactitud:
La exactitud es la cercanía de un valor medido o resultado de una medición al valor real o al valor objetivo.
Es una medida de cuán precisa es una medición. Una medición precisa puede no ser necesariamente exacta si difiere del valor real.
La exactitud se evalúa en función del sesgo o errores de medición sistemáticos.
Un ejemplo sería si está midiendo la longitud de un objeto y sus medidas están constantemente por encima o por debajo del valor real. Si sus mediciones están cerca del valor real, tiene una alta precisión.
Precisión:
La precisión se refiere a la capacidad de una medición o conjunto de mediciones de ser consistentes y reproducibles, independientemente de si están cercanas al valor real.
Es una medida de cuánto difieren los resultados de la medición entre sí. Cuanto menos dispersos sean los resultados, mayor será la precisión.
La precisión se evalúa en función de errores de medición aleatorios.
Un ejemplo sería si mides la longitud de un objeto varias veces y todas las medidas están muy cerca entre sí, incluso si están lejos del valor real. En este caso, tiene alta precisión pero baja exactitud.
En resumen, la exactitud se refiere a qué tan cerca está una medición del valor real, mientras que la precisión se refiere a qué tan consistentes y cercanos son los resultados de la medición entre sí.
En la práctica, nos esforzamos por obtener mediciones precisas y exactas, pero a veces, dependiendo de los requisitos de una aplicación particular, puede ser necesario sacrificar exactitud por precisión, o viceversa.
Ejemplos en química de precision y exactitud
En química, la exactitud y la precisión son conceptos clave a la hora de realizar mediciones y análisis de laboratorio.
A continuación se muestran ejemplos que ilustran la diferencia entre precision y exactitud:
Ejemplo de exactitud: Suponga que necesita determinar la concentración de ácido acético en una muestra de vinagre comercial y el valor real (valor real) de la concentración de ácido acético en la muestra es 5,00 % en peso.
Si haces un análisis y obtienes un resultado de 4,95% en peso, tu medición es exacto porque se acerca al valor real. En este caso tiene una alta exactitud porque la medición está muy cerca del valor real.
Ejemplo de precisión: Imagínese medir el punto de ebullición de una sustancia pura en un experimento de laboratorio. Se toman cinco mediciones y se obtienen los siguientes resultados del punto de ebullición en grados Celsius: 99,8 °C, 99,9 °C, 100,0 °C, 100,1 °C y 100,2 °C.
Aunque estos valores no corresponden exactamente al punto de ebullición teórico (p. ej. 100,0 °C), coinciden entre sí y están muy próximos entre sí. En este caso, tiene una alta precisión porque las mediciones son consistentes y reproducibles.
Sin embargo, la precisión podría ser discutible si el punto de ebullición real es ligeramente diferente. En resumen, la exactitud se refiere a qué tan cerca está una medición del valor verdadero o deseado, mientras que la precisión se refiere a la consistencia y repetibilidad de las mediciones entre sí, independientemente de qué tan cerca estén del valor verdadero.
En la práctica, nos esforzamos por lograr mediciones con precision y exactitud para obtener resultados confiables en química y otros campos científicos.